Imborrable recuerdo del gol del “Sonry” en el Mundial Sudáfrica 2010.
Tiro de esquina derecho de Verón, una cortina en el medio y la aparición de Heinze lanzado en velocidad para desplegar una legendaria palomita. Cabezazo a la red y grito de todo un país, pero fundamentalmente de Crespo, su ciudad. Allí se escuchó como un gol propio, de cada uno.
Iban 6 minutos del primero tiempo y con ese tanto, el único de un crespense en un Campeonato del Mundo, Argentina derrotaría al elenco africano en un cotejo para nada sencillo.
El cotejo se jugó en el Estadio Ellis Park de Johannesburgo bajo el arbitraje del alemán Wolfgang Stark.